ASOCIACIÓN ESTUDIO Y DIVULGACIÓN DEL PATRIMONIO LINGÜÍSTICO EXTREMEÑO (APLEX)

APARTADO DE CORREOS 930 - 10080 CÁCERES (ESPAÑA)

 

 

La agenda de APLEX 2005

 

LA BRISA DE LA TARDE

Gabriel y Galán en escena

LA NUEVA ESPAÑA

EDITORIAL PRENSA ASTURIANA

17 DE DICIEMBRE DE 2005

OPINIÓN
Gabriel y Galán 

Foto




EMILIO SERRANO QUESADA 
La Universidad de Extremadura ofrece en estos días un homenaje a José María Gabriel y Galán con motivo del centenario de su muerte. Más de cien años hace que nos dejó el poeta en Guijo de Granadilla, Cáceres. Había nacido en Frades de la Sierra, Salamanca. Dos tierras que saben del buen hacer de sus poemas, castellanos y extremeños. Poco más de treinta años de vida son muy corta estancia para tan gran labor. 

Recuerdo cómo, desde mi juventud, llegó a ser uno de mis preferidos. Cumplía yo el servicio militar por tierras de Castilla y uno de mis compañeros dominaba a la perfección su obra. Nos conocimos en el hospital de Valladolid. Yo había llegado allí con un brazo roto y él con algún problema de espalda. 

Lo recuerdo recitando con entusiasmo los poemas de Gabriel. Sin duda que el estado de ánimo, la enfermedad y el silencio claustral del lugar invitaban a ello. 

Lamentablemente, después de licenciarnos no he vuelto a verle. No obstante, dibujo en el archivo de mi memoria su figura. No era muy alto, menudo de rostro, pelo negro y poblado bigote, pudiera ser su identidad. Era, por supuesto, extremeño, muy católico, no muy conversador con los demás, conmigo sí. Amante profundo de su tierra, poeta a su manera y, en el fondo, buena gente. 

Tengo dudas de su nombre. Cierto que, casi cincuenta años son muchos para recordar con detalle aquellos tiempos. No obstante, son cosas que arrinconadas en algún lugar de nuestra mente flotan en determinado momento como grata nueva. Y eso es lo que me ocurrió hoy. Cuento esta historia porque fue él quien me enseñó a comprender a Gabriel y Galán. Confieso que durante algún tiempo, al igual que al amigo, perseguí también al poeta. Lo encontré más tarde y lo leo con gran frecuencia; sus «Quiero vivir», «El embargo», «El Cristo benditu», «Confidencias», entre otras muchas, me dan paz interior, sin olvidarme de «El ama». 

El poeta le cantó a Extremadura como nadie. Sus palabras respiran aire de salud y de frescura que vigorizan el cuerpo y fortalecen el alma. Su poesía no es otra cosa que la voz viva en la boca del pueblo. Ata lazos, reconcilia y refuerza el espíritu. Diría que entra en el silencio de los que empuñan el arado o pastorean en las majadas. No falta el apasionado amor por la familia, por el hogar, por la naturaleza. Todo dentro de un elegante modo de decir. 

Sus sueños saben, también, de soledades y de luchas. Cursó la carrera de maestro. Ejerció unos años en Guijuelo y Piedrahita. Casó con una joven extremeña y tuvo tres hijos. Dejó un día su carrera para vivir consagrado al cultivo del campo. Siempre escribió poesía y, en estos últimos momentos, le dedica el tiempo que puede robarle a sus tareas agrícolas. Todo un mérito. Sus sencillos sentimientos saben contagiar al lector y más a aquellos que con alguna frecuencia hemos visitado Extremadura. Siempre recuerdo mi mirada al valle del Jerte desde lo alto del puerto de Honduras. En primavera es el más fantástico espectáculo que contemplar pudieras. Como testimonio de su belleza, nos ofrece el amplio mar de pétalos blancos de sus cerezos, como presagio de la cosecha de su rojo fruto. 

Extremadura es así. Existen vías de cañadas por donde sus pastores llegan a Asturias. También vías modernas de Plata, que desde el Cantábrico llegan al Guadalquivir. A su paso salen los misterios de esta tierra con su arte, cultura, paisaje, con rutas preñadas de belleza, que saben de historia, de hombres ilustres, de conquistadores, de emperadores y reyes. 
Por todo ello, mis viajes y mi amistad con el poeta, me hicieron en el tiempo amar a Extremadura. Así las cosas, vaya mi saludo a mi amigo de mili, allí donde estés. Gracias por presentarme a tu amigo poeta, que hoy es el mío. 
Será difícil, pero me gustaría encontrarte, hoy, más que nunca, comprendo lo que vale un hombre que vive y sabe defender su tierra. Sin duda que, junto con el poeta, fuiste para mí la voz del alma que me enseñó a conocer Extremadura. Un abrazo.

http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pIdNoticia=358184&pIdSeccion=52&pNumEjemplar=1125#
 

 

Viernes, 

16 de diciembre

a las 20:00  horas

Auditorium del Complejo Cultural "San Francisco"

 Institución Cultural EL BROCENSE de la Excma. Diputación Provincial de Cáceres. Ronda de San Francisco, s/n. CÁCERES

 

LA BRISA DE LA TARDE 

Gabriel y Galán en escena

 

 

TEATRO UNIVERSITARIO

HOMENAJE 

JOSÉ MARÍA GABRIEL Y GALÁN

 

 

Dirección: Asunción Mieres Royo  

Guión:  Rosa María Lencero

 

"Mi patria es la aldeíta donde he nacido,

donde tengo los padres que me criaron,

donde existe aún caliente mi pobre nido,

donde alientan los seres que me mimaron,

donde viven las alma que me han querido,

donde vuelan las auras que me arrullaron..."

José María Gabriel y Galán, 1892, Mi patria

 

 

Organizado por la  Asociación de Estudio y Divulgación del Patrimonio Lingüístico Extremeño (APLEX), merced al Convenio suscrito entre APLEX y la Universidad de Extremadura. Con la colaboración de la Excma. Diputación Provincial de Cáceres (Institución Cultural El Brocense) y la Universidad de Extremadura (Vicerrectorado de Extensión Universitaria)

 

 

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