Recuerdo que tiene un
nombre peculiar en Extremadura y a un viandante le pregunto cómo se llama este árbol. Me
responde muy amable que "peral salvaje". Le digo que ese nombre es
muy fino. Hace por recordar y al final recuerda y me dice:
"Galapero, el fruto es una pera silvestre de sabor muy ácido,
para endulzarla cuando nosotros éramos niños la envolvíamos con
paja".
Yo recordaba que esa palabra la había registrado en
el Diccionario extremeño, también este mismo árbol lo retraté a
finales de agosto de 2002 con su fruto maduro... Le ayudé al viadante diciendo "aguapero", pero no era esa forma la
verdadera. La auténtica es "galapero", pero también recuerdo que
registré en el Diccionario Extremeño "Galapaguero".
Su
hoja es de color verde intenso y su flor muy singular,
en ella está el corazón
de donde nacerá el fruto verdoso entre
pétalos y estigmas.
Siempre me había llamado la atención esta voz. Resulta
ser que es una palabra muy extendida por toda
Extremadura. La antroponimia la usa para designar el
terreno y también a las personas. Junto a "Camino del
Galapero" hallo un señor apellidado Galapero. Un
amigo mío tiene contratada como fisioterapeuta a una especialista
que se apellida Galapero y la Universidad de Extremadura cuenta con
una docente con apellido Galapero, una Galapero es magistrada juez y un diputado de la
Asamblea de Extremadura se llama Galapero. Ya se sabe a
numerosos apellidos que proceden de nombres comunes para designar
árboles: Cerezo, Perero, Peral, Perales, Manzano, Naranjo, Olmo,
Olivo, Olivera...
La extensión de Galapero
como topónimo se documenta en la toponimia menor de un pueblo de Burgos.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española anota esta como voz propia de Extremadura en
el
diccionario usual desde 1936 con el significado de "Gadapero,
peral silvestre". La mano de Alonso Zamora Vicente
incluye la variante "Galapaguero" también en Extremadura
en su diccionario Manual, figurando solo la forma
galapero en el usual en la edición de 1992.
He leído que Antonio de Nebrija documenta
esta voz "galapero" en
sus diccionarios. No es de extrañar porque Nebrija
estuvo casi dos décadas residiendo en territorio
extremeño, mientras componía sus obras lexicográficas.
En
Mata de Alcántara (Cáceres) una casa rural se anuncia
como Casa Rural El Galapero. En
Piornal (Cáceres) dicen que "galapero" es el nombre del
"peral silvestre" y también significa astilla. (Galapero:
Peral silvestre. Astilla.).
También encuentro que
Pascual Riesco relaciona los "pilritos" como el fruto del
piruétano
o galapero en la localidad salmantina de Calzada de Valdunciel. El
nombre científico del galapero es "Pyrus bourgeana"
(Familia "rosaceae", género "Pyrus" y especie "bourgaeana") y de la palabra pyrus latina "pera"
evolucionaría el nombre del fruto del galapero en el
habla de esa población. Pascual RIESCO CHUECA
(2003):Calzada de Valdunciel.
Palabras, cosas y memorias de un
pueblo de Salamanca, Salamanca, ediciones Diputación de
Salamanca.
En los senderos de
Aracena, en el norte de la provincia de Huelva, se documenta
Pyrus bourgeanus "Piruetano, galapero, peral silvestre" en una página web de
la Junta de Andalucía.
Se atestigua en
Salamanca (Arribes del Duero, Ciudad Rodrigo, Rebollar) y
Extremadura.
La variante "galapaguero"
se usa también para denominar al "gavilán galapaguero": "Busarellus
nigricollis = águila colorada, gavilán galapaguero" en la
fauna americana.
Hallo que en Panamá
existe el topónimo "Galapaguero".
Resulta que la tradición de curar el niño herniado en la noche
de San Juan que leí en Caro Baroja, con un tronco de
mimbre en el documental Navarra las cuatro estaciones, en Extremadura
se realiza con una rama de galapero.
De este modo lo cuenta mi amigo
Félix Barroso:
"4. CURANDERISMO.
A través de los apartados anteriores se ha visto cómo la
noche de San Juan. siempre que se sepan aprovechar los
más variados elementos, es propicia para prevenir y
curar toda clase de enfermedades. La operación
salutífera que destaca por su mayor fondo de
ritualización es la costumbre o práctica de curar la
hernia de los niños, práctica que. aun siendo casi
universal, en Ahigal presenta sus variantes.
A media noche. un hombre llamado Juan y una mujer
llamada María marchan al campo con el niño herniado en
sus brazos y sin ningún otro acompañante. Con un
instrumento cortante el hombre hiende el tronco de un
galapero, mientras la mujer procede a desnudar al
pequeño. Seguidamente cada uno se pone a un lado del
galapero. La mujer. que tiene cogido al niño. Se lo pasa
al hombre a través de la hendidura. al tiempo que se
dicen:
-Tomailu p'allá, Juan.
-Maria, ¿qué me das?
-Un niñu jerniau
que quiei sanal,
pol los tres clavus e Cristu
y la Santísima Trinidad.
La operación se repite tres veces mientras suenan las
doce campanadas del reloj. Cuando terminan los pases
dejan al niño en el suelo durante el tiempo que tarda el
hombre en atar la hendidura del galapero con un trozo de
lana.
Luego se vuelven al pueblo sin dirigirse la
palabra en el camino. Si al cabo de unos días el
galapero no se ha secado es síntoma de que el niño
sanará".
Esta voz se extiende por
parte del antiguo territorio de la antigua Lusitania y permanece viva
en la zona sur de la provincia de Salamanca, en Extremadura y el
norte de Huelva. Higinia me envía una documentación donde se
encuentra viva "galapero" en Santiago de Alcántara, antiguo
Santiago de Carbajo.
El diccionario de
Autoridades (1734) recoge la variante "guadapero" con el significado
de peral silvestre y asegura que traen "esta voz Nebrixa en su
Vocabulario, y Covarrubias en su Thesoro". Autoridades,
siguiendo a Nebrija da la etimología "Pyrus sylvester. Pyraster". La Academia a partir del Diccionario Usual de
1914 ofrece la etimología "Del flam. wald-peer",
interpretando como "conjunto" el primer elemento. Corominas no
admite la etimología académica y documenta la voz en Cespedosa de
Tormes (Salamanca); elucubra con la raíz gótica "wald" para bosque y
el latín pirus para pera. El bajo latín al peral silvestre le
llamaba "`pyrus achras".
Galapero, palabra de
etimología incierta, pero de extensión geográfica por ahora bastante
clara, bien merecería figurar como propia de Extremadura en el
Diccionario de la Real Academia Española, no solo en el usual y
manual de esa Institución.