ESPECTÁCULO TEATRAL MULTIMEDIA: LA VOZ DE LA TIERRA

"Desde el principio yo soy la Tierra. Yo soy la Tierra Raíz, origen y germen de estos paisajes que me cubren de historia. Mi piel tanto es el surco de la senara, como la espalda ondulada de los montes, la cal blanca de los dulces pueblos, o la rubia geografía de las lomas tendidas a los pies de nuestros hombres.

Soy tan humana, como mineral o vegetal, madre de arrullos ancestrales que aún acurruca en su seno la vieja canción que vislumbra el futuro: mientras atardece sobre el campo van abriendo mis hijos sus ojos al alba".

  • Producción: Asociación cultural APLEx
  • Dirección: Asunción Mieres
  • Guionista: Rosa María Lencero
  • Asesora etnomusical: Pilar Barrios

Subvencionado por el Excmo. Ayuntamiento de Cáceres

PRIMERA PARTE

Empieza la obra con el uso de sombras y luces, lo que los técnicos llaman teatro de máscaras, apoyadas en la voz in off en boca de la guionista, efecto teatral que siempre recuerda al coro de las obras griegas. Y de pronto uno se imagina que sobre la tierra es necesario poner un alarido de recién nacido, acompañado por la música pastoril del rabel.

El poema de Luis Chamizo, en versión libre y adaptada en la voz cadenciosa de Rosa Lencero, da paso al dramatismo patético del teatral poema "El embargo" de Gabriel y Galán. A su vez la directora rompe las expectativas del espectador cuando de pronto en un monólogo, muy bien declamado por la joven actriz universitaria, ofrece desde tres perspectivas diferentes la truculenta historia del romance tradicional de "El Mercader de Zafra". Una actriz representa a una lectora actual de una revista del corazón que cuenta a un público supuestamente televisivo el romance mientras hojea la revista y narra una historia acaecida varios siglos atrás en la ciudad extremeña de Zafra. Después una segunda actriz en el personaje de Leonarda nos cuenta sus aventuras y desventuras.

Cambia el modus teatral y empieza lo sublime. En un ambiente de Semana Santa que crea el texto adaptado de la poesía modernista La pedrada, el público se sorprende por la entrada por el patio de butacas de un "empalao" protagonizado en el valverdeño Emilio Gironda, que con pie lento avanza entre las butacas hasta llegar al centro del escenario, siendo recibido por el sentir de los suspiros de una excepcional cantadora de saetas cacereña, Felisa Rodríguez, creando en la oscuridad rota por la luz que se desprende del "empalao" un ambiente de intimismo donde pude ver en los espectadores que estaban a mi lado cómo la emoción levitaba sus espíritus por la indescriptible escena acompañada por el tañido de un tamboril.

Tras este dramatismo la directora lleva al público a la realidad de Extremadura: la emigración. El poema El emigrante, magistralmente recitado en escena por Javier Feijoo nos hizo reflexionar y emocionar a todos con la realista descripción del extremeño de la diáspora.

SEGUNDA PARTE

En la segunda parte nos adentran en la divulgación de Extremadura en un diálogo entre dos jóvenes extremeños que le enseñan a un mozalbete forastero a conocer Extremadura, mediante una pantalla gigante donde se proyecta un diaporama con una página web sobre Extremadura.

Empieza con los hermosos paisajes que rompen el tópico de la Extremadura desértica y árida para darnos después una visión de los pueblos y las tradiciones. En ese momento aparecen en escena los danzantes de Los tableros de Torre de Santa María para de nuevo según el guión enseñarnos más paisajes y escenas multimedia de Extremadura. Esta secuencia culminó con los personajes populares del grupo de danzas Valdelagares de Santibáñez el Bajo, que terminaría con los versos de Rosa María Lencero, recitados en escena por la guionista y la directora de la obra Asunción Mieres:

"Desde el principio yo soy la Tierra. Yo soy la Tierra Raíz, origen y germen de estos paisajes que me cubren de historia. Mi piel tanto es el surco de la senara, como la espalda ondulada de los montes, la cal blanca de los dulces pueblos, o la rubia geografía de las lomas tendidas a los pies de nuestros hombres. Soy tan humana, como mineral o vegetal, madre de arrullos ancestrales que aún acurruca en su seno la vieja canción que vislumbra el futuro: mientras atardece sobre el campo van abriendo mis hijos sus ojos al alba"

En el epílogo visualmente se hace realidad el enigma de la obra, la voz de la tierra somos todos. Mientras entrábamos en el Auditorio hubo una persona que nos fotografió a muchos. Lo que no sabíamos es que también nosotros íbamos a ser espectáculo y gracias al sistema multimedia aparecieron nuestras fotografías mientras el público participaba con aplausos y comentarios espontáneos. Por tanto la voz de la tierra somos todos.

Reseña del espectáculo de Antonio Viudas. Presidente de APLEx (Publicado en el nº 3/2004 - Septiembre - Diciembre de la Revista de Estudios Extremeños)

Felisa Rodríguez canta una saeta a un empalao (Emilio Gironda)
Grupo de teatro de la Universidad de Extremadura. A la guitarra Angel Domínguez
A la derecha Javier Feijoo declama el poema El Emigrante. Al laúd Sebastián Díaz
Danza de las Tablas de Torre de Santa María
Grupo Valdelagares de Santibañez El Bajo y una danza de paloteados.